Crisis del voleibol peruano

Luego de las olimpiadas de 1988, poco a poco el nivel de la selección peruana descendió. En el Campeonato Mundial de China 1990 las peruanas obtuvieron el sexto lugar, una lejana posición para aquellos resultados obtenidos años atrás. En 1991, Perú perdió la final sudamericana contra Brasil y en noviembre no se logró clasificar a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. En 1993, Perú logró su último campeonato sudamericano. Después de 1993 la selección peruana comenzó una etapa de crisis, ManBok Park se retiró al igual que varias de las jugadoras. En el Campeonato Mundial de Brasil 1994 y los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, Perú no ganó ni un partido. En 1999, Park regresó a la selección aunque el resultado no varió. En los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, Perú no logró ganar ningún partido. En el 2001, la Federación Peruana de Voleibol a cargo de Víctor Manyari se negó a convocar a elecciones y formalizar legalmente sus estatutos como mandaba la Ley del Deporte. En estas circunstancias las Ligas Distritales de todo el país se reunieron y nombraron un nuevo directorio de la Federación, encabezado por la ex-voleibolista subcampeona mundial Carmen Pimentel Peschiera. Esta directiva formalizó los estatutos de la federación, inscribió la personería jurídica en registros públicos y fue reconocida por el Instituto Peruano del Deporte. Lamentablemente la FIVB, siguiendo las directivas del presidente de la CSV Luis Moreno, desconoció a esta directiva y el país fue sancionado e inhabilitado de participar en competencias internacionales hasta el 2003, año en que Perú volvería al escenario internacional.

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